sábado, 14 de agosto de 2010

DOS DECADAS DE ENCUENTROS DE LA PALABRA- RIOSUCIO

El municipio de Riosucio, situado en el occidente del departamento de Caldas ha sido, aún antes de su fundación oficial, centro de actividades artísticas, intelectuales y culturales. Por allí pasaron, desde comienzos del siglo veinte, compañías teatrales, músicos, conjuntos de ópera, circos, toreros, escritores, pues el trayecto hacia Medellín necesariamente convertía a Riosucio en punto obligado de descanso. Además, su ubicación geopolítica y su riqueza aurífera, el mestizaje –no sólo racial sino cultural- permitió durante largos años una búsqueda de la identidad cultural.

El Encuentro de la Palabra, que lo es además de todas las formas de expresión, como prolongación de lo que significa Riosucio en el ámbito de sus expresiones culturales, ha impulsado propósitos que la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales, auspiciada por la Unesco y reunida en México en 1982 define:

La identidad cultural de una sociedad puede ser inicialmente captada, tanto desde el exterior como del interior de la misma, a través de la historia, por el conjunto de obras que la explican: sus mitos, sus costumbres, su producción literaria y artística, su música, sus monumentos, sus lenguas y tradiciones orales. En resumen, su patrimonio cultural.

Más allá de estas manifestaciones tangibles, la identidad cultural es el sentimiento que experimental los miembros de una colectividad que se reconoce en esa cultural, de no poder expresarse con fidelidad y desarrollarse plena y libremente, si no es a partir de ella. Así, la identidad cultural representa la memoria, la conciencia colectiva de un grupo, respecto de las cuales cada persona se orienta, de manera más o menos consciente, y de las cuales cada uno extrae, espontáneamente, determinados comportamientos o actitudes que todos consideran significativos. Estos determinan las características compartidas, una convergencia intelectual y afectiva fundamentada en un pasado común, un presente vivido en conjunto que funda, a su vez, la posibilidad de un futuro común. En consecuencia, la identidad cultural es el lugar en que se vive la cultura como subjetividad, en donde la colectividad se piensa como sujeto.

Mientras que el patrimonio cultural contiene todo lo producido por una cultura en un pasado lejano o reciente, el sentimiento de identidad cultural contiene, en potencia, lo que aquella puede producir en el presente y en el futuro.

Los Encuentros de la Palabra se iniciaron en 1983 - promovidos por un grupo de entusiastas jóvenes riosuceños, liderados por César Valencia Trejos, Héctor Jaime Montoya, Hernando González, Carlos Héctor Trejos, Juan Guillermo y Sara Trejos Zapata, Arcesio Zapata, Julián Bueno Rodríguez, Alba Nancy Santos, Gloria Elena Taborda, Ricardo Aricapa, Ociel Gartner, Zulma Zahara, entre otros muchos-, con el propósito de exaltar el aporte de la comunidad riosuceña al fortalecimiento de la identidad local y regional, como revelación y afluente de la cultura nacional. Surgieron como una demostración humanística de fidelidad a las expresiones culturales y populares de las comunidades de la provincia caldense.

El certamen es una convocatoria que ha implicado un esfuerzo gigantesco, enderezado a rescatar culturalmente a la provincia. A darle a ésta el sitio que merece en la búsqueda de las entidades. Se ha trabajado en torno a la historia, la música, la narrativa, la poesía, la antropología, el teatro, el cine, la danza, las artes plásticas, el periodismo, el folclor, la artesanía, y se han exaltado los valores terrígenos y lo cotidiano de la existencia. El Encuentro se ha preocupado también por las expresiones populares de la colectividad, en el sentido de volver materia viva la tradición oral y las distintas formas de expresión del pueblo. Éste es, fundamentalmente, el protagonista del certamen. De él dimanan la historia y la cultura, en su contenido esencial, evitando caer en lo pintoresco o circense, manejando sus elementos son seriedad; sin arbitrarias interpretaciones que desfiguren su verdadero alcance y significado.

El Encuentro levantó como suya una proclama del maestro Otto Morales Benítez, pensador riosuceño e impulsor permanente de la actividad realizada hasta ahora: “En defensa de la provincia debemos librar todos los combates”. Es precisamente el maestro Morales Benítez quien más ha examinado el tema y las finalidades de los Encuentros. Gracias a su iniciativa numerosos intelectuales nacionales y extranjeros han honrado el certamen, año por año.

La Corporación Encuentro de la Palabra, constituida para el manejo administrativo y formal del evento, ha publicado varios tomos donde se compilan las memorias del Encuentro. Se tiene el propósito de editar cuanto antes los volúmenes correspondientes a las últimas reuniones, cosa que no ha sido posible por la falta de recursos económicos.

El Encuentro no solo ha realizado eventos culturales de todo orden. Ha colocado además, placas conmemorativas de hechos culminantes de la historia riosuceña en sitios públicos, para recordar el aporte de distintas personalidades al desarrollo del país, la región y el municipio.

El Encuentro ha sido, también, un factor de enriquecimiento cultural para la juventud riosuceña que, al poder consultar a los distinguidos visitantes, dialogar con ellos sobre los temas expuestos, permiten que se establezca una comunicación formativa que les permite soñar, pensar en nuevas ideas, prolongar su vida sobre otras metas. Es decir, se les han señalado nuevas rutas en la cultura, se les han abierto mundos alternativos que evitan su participación directa en la violenta y difícil etapa que les ha tocado vivir. Les ha ampliado el horizonte.

El Encuentro ha contado desde sus inicios con la participación generosa de los más destacados maestros de la cultura nacional e internacional. Para mencionar solamente algunos de los que desafortunadamente han muerto, estuvieron en Riosucio Kurt Levy, Enrique Buenaventura, Pedro Gómez Valderrama, Fernando Charry Lara, Germán Arciniegas, María Mercedes Carranza, Clarita Gómez de Melo, Aníbal Noguera Mendoza, Saturnino Ramírez, Miguel Ojeda, Ariel Escobar Llanos, Rafael Vinasco trejos, José Manuel Arango, Germán Vargas Cantillo, Rodrigo Escobar Navia, Adel López Gómez, Néstor Tobón Botero, Octavio Marulanda, Hernando Restrepo Carlos Martínez- Tatines-, Hernando González Trejos, Nedin Alexander Uchima. Todos ellos contribuyeron de manera fundamental a consolidar la calidad del Encuentro que ya lleva veinte años de fructífera labor.






También se ha buscado mediante las actividades del Encuentro el análisis del Carnaval de Riosucio, máxima fiesta y orgullo de la colectividad riosuceña. Son cada vez más los estudiosos que desde la sociología, la antropología, la etnología- todas las ciencias sociales- han hecho aportes valiosísimos mediante sus investigaciones.

El compromiso de los jóvenes directivos de la Corporación Encuentro de la Palabra es mantenerlo, fortalecerlo, enriquecerlo cada día más. A pesar de los innumerables tropiezos de toda índole –los económicos especialmente- con que se topan.

El país requiere de eventos como el Encuentro de la Palabra que en medio de tanta violencia, caos, confusión y desesperanza, constituyen precisamente la mejor respuesta para lograr la paz, para ponerle fin a la barbarie.


Sonia Cárdenas Salazar.

Este texto se elaboró con base en documentos de César Valencia Trejos y la Corporación Encuentro de la Palabra de Riosucio.

Fecha de última actualización: 12 de Marzo de 2010

1 comentario:

  1. puedes compartirme que fue lo mas especial del encuentro en esta oportunidad? que fue lo que mas disfrutaste??

    ResponderEliminar