Es divertido, en este siglo XXI escuchamos constantemente una frase "Amor Libre", más de alguno de los lectores la habrá utilizado, y hasta creerá lo planteado al unir aquellas 2 palabras. Entonces es ahora cuando me vuelvo inquisitivo, y me pregunto ¿qué tipo de amor vive la gente que cree en aquella paradoja resultante de unir amor y libertad?, ambos conceptos han sido manoseados a lo largo de la historia, y en cada época le añaden un tinte distinto. Pero bueno vamos por partes...
Si nos remitimos a la RAE encontramos varias definiciones siendo las más acertada y cercana desde mi perspectiva la siguiente "Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear." El amor desde mi punto de vista va más allá de esto, consiste en tomar tu humanidad por completo; aquella que vas descubriendo a lo largo de tu vida en base a introspecciones constantes generadas por las circunstancias y la voluntad propia, y luego ofrecerla a alguien que ha cautivado tu persona. Como he escrito antes, el amor nace del jugueteo interminable de miradas, pensamientos y emociones que intercambiamos con el otro y que nos lleva hacia la odisea de amar.
Como toda odisea, nunca sabes en qué va a terminar la empresa, y por ende aquella incertidumbre obliga a valerse de la valentía de la voluntad para poder decirse a uno mismo, quiero y deseo amar. Por otro lado, la idealización que muchos sufren no tiene relación con el verdadero amor, partiendo del hecho de que nada ni nadie es perfecto, por lo tanto lo ideal no existe, al menos no desde la concepción de perfección. El verdadero amor nace de aceptar al otro con sus defectos y virtudes, consiste en el constante arte de convertir aquellos defectos en atracciones dignas de ser disfrutadas. Y lo anterior es solo el comienzo puesto que después viene la llamada pérdida inevitable de la individualización, como seres gregarios, tendemos a las interrelaciones humanas, en dónde la relación de pareja se convierte en la expresión máxima de complementariedad y plenitud que tanto anhela el ser humano.
Ahora, si analizamos "Libertad" en la RAE encontraremos "Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos." Y es ahora cuando podemos discutir el porqué desde mi visión del mundo (que para nada es la correcta, sólo es mi punto de vista. Recordar que cada uno vive con su verdad.) el "Amor Libre" no existe, y es simplemente porque cuando hemos decidido emprender la Odisea de Amar buscamos dejar nuestra individualidad; que es la que nos restringe la plenitud, para lograr una pluralidad, dejar el Yo para ser un Nosotros.
Abrimos las puertas de nuestro mundo al ser que amamos, lo dejamos invadir nuestro metro cuadrado, intervenir afectando nuestro pensar racional y nuestro sentir emocional, por ende dejamos que intervenga en nuestra libertad, dejamos que entre en nuestro templo sagrado, nos volvemos vulnerables pero a la vez más humanos, más plenos; y mientras esa persona ingresa en nosotros, recíprocamente hacemos lo mismo en el suyo. En base a nuestra voluntad, nos liberamos paradojalmente de nuestra libertad en busca de la felicidad, y más allá de eso de nuestra plenitud. En resumen, nos comprometemos, y el compromiso mismo es el sentir real que sella el amor, y que nos permite realmente ver este mundo con la mezcla de tu prisma y de aquella persona que te complementa.
No hay amor verdadero en que la libertad no haya sido afectada, y sin compromiso no podemos alcanzar aquel nivel de humanidad en donde el amor se convierte el denominador común. El amor se convierte en nuestra arma real contra el enemigo al que todos tememos, aquello que denominamos Soledad.
que opinas corazon??
ResponderEliminarlibertad es una categoria filosofica que denota necesidad, el amor no es necesidad, el amor es mucho mas, es algo que te inunda de mucha sensibilidad.
ResponderEliminaramor libre, yo suelo llamarlo amor abierto amor para volar, para permitirse absolutamente todo, todo lo que la necesidad permita.
Buen punto Cariño.